Además de la formación especializada para el desempeño de un puesto de trabajo, hay una serie de habilidades prácticas, de valores, de actitudes denominadas competencias complementarias, que pueden contribuir a diferenciarte profesionalmente y a mejorar tus oportunidades en el mundo laboral.
El mundo empresarial valora cada vez más estas competencias a la hora de seleccionar un trabajador o de promocionarlo.